1.000 personas para una persona
«Se necesita 1.000 personas para que una persona llorar». – Martín Prechtel
Su pueblo existe para presenciar este tiempo. Su pueblo existía desde el momento en que viniste aquí. Mira a su alrededor. Llevaremos su dolor si nos lo deja. Abra a la idea de abrir la puerta, coger el teléfono o simplemente usar el contacto visual para transmitir lo que siente. Su dolor puede y debe ser expresado. Di el nombre de su querido y lo repetiremos. Estamos esperando a llorar consigo. Los 1.000. Su pueblo.