Olas de dolor
Cuando llegue una ola de dolor, luche contra el impulso de huir. Permanezca en la orilla y permita que la ola lo bañe. Recuerde que no se ahogará y que la ola, como una marea, volverá a desaparecer. Y habrá sobrevivido.
Respire profundamente, trate de encontrar momentos de paz y prepárese para la próxima ola.