Repetición y sanación

Piense en algo que usted desea que se convierta en parte suya. Podría ser el nombre de un ser querido, una palabra de sanación, una frase.

Diga las palabras en voz alta. Permítase sentirlos por completo y luego escríbalos una y otra vez hasta que sus pensamientos, sus sentimientos y su cuerpo fluyan juntos. Piense en este lento y preciso acto de repetición como una forma de meditación y un compromiso con el tiempo mismo.

Desde este lugar, déjalo llenar del amor que sientes; para usted, para sus seres queridos, para esta vida, para los que ya no están con nosotros…

Apunte de: Jamie Denburg Habie