El enemigo de la mente

Como seres humanos, nacemos pateando y gritando con la lucha entrelazada en lo más profundo de nuestros huesos. Esto es algo que se nos ha dado a todos, para usar en ocasiones para protegernos del mundo cuando decide ir en nuestra contra. Eso en sí mismo es un enemigo bastante fácil de percibir, una amenaza externa. La amenaza que es mucho más difícil de detectar es el enemigo de la mente. Mientras se cuela a través de las sombras de su psique, escondiéndose en las grietas, plantando semillas de dolor donde lo crea conveniente. Ahora los enemigos de la mente son tramposos y le convencerán a través de susurros engañosos de que debe cultivar estas semillas que lo curarán. Sin embargo, esto no es más que un truco que, si se atiende, crecerá implacablemente negandose a detenerse hasta que haya atrapado toda su mente con enredaderas espinosas. Por cierto que esto pueda ser, no se preocupe, porque este enemigo es tan fuerte como usted cree que es. Como verá, las semillas no pueden crecer si se niega a regarlas.

Apunte de: Aerin Wolfgang